Conducción Prudente: Consejos Que No Debes Olvidar
En el artículo de hoy repasamos los principales puntos para una conducción prudente en la carretera.
La seguridad es clave a la hora de circular con nuestro vehículo. Son decenas de campañas de seguridad vial las que nos llegan cada año a través de diferentes canales para prevenir posibles accidentes. Muchos de estos accidentes, algunos mortales, son la consecuencia de una conducción arriesgada.
Como recuerda la DGT, y como conclusión tras muchos estudios en colaboración con diferentes universidades, una conducción imprudente “no es un derivado natural y directo de una persona arriesgada, sino que lo componen diferentes factores que pueden manifestarse de un modo u otro, dependiendo del contexto”.
Desde nuestro concesionario de coches de segunda mano en Málaga, queremos recordar una serie de consejos para que nuestros conductores puedan disfrutar de una conducción prudente. No solo por ellos, sino también por la seguridad del resto de personas que podamos encontrarnos en las carreteras.
Lo que no debemos olvidar para una conducción prudente
Prestar atención a nuestro entorno
Cuántas veces no hemos escuchado aquello de que es imprescindible, a la hora de conducir, poner los ojos en la carretera. Esto es cierto, pero habría que añadirle un matiz: no sólo en la carretera, sino también a todo el entorno del vehículo.
Para ello, es importante comenzar ajustando todos los espejos retrovisores con el fin de conseguir la mejor visión periférica.
Por otra parte, debemos ser cautos a la hora de calcular la distancia de seguridad que debemos dejar entre nuestro vehículo y el que tengamos delante.
También es importante pensar en el resto de conductores. Usa las luces adecuadas para cada ocasión y mantente siempre en el carril derecho, usando el izquierdo únicamente para adelantar.
Asegúrate de usar correctamente los intermitentes. No solo puede conllevar una sanción, sino también un accidente, que puede volverse especialmente serio en zonas por las que circulen motos, bicicletas o peatones.
La velocidad, una de las claves para la conducción prudente
La velocidad en sí misma no es el problema. El verdadero problema aparece cuando el conductor no lleva la velocidad adecuada a cada vía, conduciendo demasiado rápido o demasiado despacio.
Recuerda que si hay muchos peatones o ciclistas alrededor, las condiciones meteorológicas —como la niebla— te impiden ver con claridad, no conoces la carretera o te encuentras obras, ve más lento que el límite de velocidad marcado.
El cansancio, la fatiga y las enfermedades
Alrededor del 20% de los accidentes de coche son causados por culpa de la fatiga. Para llevar una conducción prudente, recuerda descansar como mínimo cada dos horas de trayecto durante, al menos, 15 minutos.
Intenta no conducir durante aquellas horas que para ti suelen ser de sueños, y evita hacerlo si estás enfermo o tomas algún medicamento en cuyo prospecto se marque como una actividad inapropiada.
Ante todo, y lo más importante, no conduzcas bajo los efectos del alcohol o las drogas.
El peligro de conducir de manera pasiva
Existen tantos tipos de conductores como propios conductores hay. Pero algunos expertos, a lo largo de los años, los han ido agrupando por categorías, dependiendo de nuestro carácter y la forma en la que abordamos la conducción.
En una de estas categorías se enmarcan aquellas personas que prefieren conducir de manera pasiva. Son, como podrás imaginar, los llamados conductores pasivos.
Muchos entran dentro de este grupo pensando que así llevan a cabo una conducción prudente, pero se trata de un grave error. Porque los conductores pasivos son aquellos que van momento a momento con una precaución excesiva, ansiando la búsqueda de seguridad… Y, como consecuencia, con una velocidad demasiado baja.
Como conclusión, conducir de manera pasiva puede suponer un peligro para el resto de conductores.
Esperamos que estos consejos te hayan ayudado a refrescar las claves para una conducción prudente. ¡Nos vemos en las carreteras!